TODO LO QUE ERA SÓLIDO (III)
NARCISISMO Y MEGALOMANÍA
No hay cosa que guste más a un político que salir en portada de un periódico de gran tirada inaugurando su gran obra faraónica. Compiten entre ellos por ver quien la construye más grande o más cara. La utilidad y rentabilidad de lo construido es lo que menos les importa, ellos quieren una gran obra que les trascienda, que conste luego en los libros de Historia aquí, obras faraónicas . Es muy importante que se lea muy claro en la placa que aquello se hizo durante su mandato e intentando que coincidiera con campaña electoral, para sacar el máximo rendimiento político. También son muy selectivos los políticos a la hora de adjudicar un proyecto a una empresa u otra, porque ellos tienen sus “amiguitos del alma ” que les abrigan muy bien el bolsillo y engrasan el gaznate: aquí, el buen engrase.
Escribe Muñoz Molina que España se había convertido en el: “ …país de los simulacros y los espejismos, el de las candidaturas olímpicas y las exposiciones universales, el de las obras ingentes destinadas no a ningún uso real sino al exhibicionismo de los políticos que las inauguraban y al halago paleto de los ciudadanos que se sentían prestigiados por ellas (…) a la exaltación de la más baja vulgaridad transmutada en orgullo colectivo”. Los políticos aprovecharon el enorme flujo de capital que entraba en España, gastado mayormente en “ladrillo”, y con el que han desfigurado el rostro del país, aqui los peores desastres urbanísticos , para materializar sus sueños de grandeza.
Para ello no dudaron en arruinar las cajas de ahorros donde tenían vía libre; ahora rescatadas con dinero de todos los ciudadanos (PA HABERNOS MATAO –por no haber estado vigilantes-):“al mismo tiempo que se iban levantando por todas partes las arquitecturas más inútiles y más caras de Europa, han surgido y se han agigantado también en España figurones de la política que han cultivado con éxito y sin ningún escrúpulo el populismo más barato, a veces paternal y a veces chulesco, exhibiendo una zafiedad que se defendía o se disculpaba como llaneza”
A pesar de tanto saqueo de las arcas públicas, la gente los sigue votando una y otra vez; porque sólo perciben al político por su superficialidad y fanfarronadas: “urbanizaciones y campos de golf y polideportivos de dimensiones olímpicas, traen por sus cojones a las fiestas al artista más famoso y más caro, a quien además podrá ver todo el mundo sin pagar entrada”
A la querencia que tiene el político, de todo color, a las fiestas fiesta profanas y religiosas dedicaré mi siguiente entrada.
Este comentario pertenece al Club de Lectura de La acequia que coordina el profe Pedro Ojeda ( que los dioses “mus lo cudien muchos años)