miércoles, 24 de junio de 2009

MIS FLIRTEOS CON SAVATER


Aqui fué donde se conocieron, en la entrega del premio Planeta 2008. ("Antonio" se quedó de piedra al conocer la noticia.)


MIS FLIRTEOS CON SAVATER (Jamás el espíritu dubitativo, aquejado de hamletismo, fue pernicioso)
A Fernando Savater, le conoce uno de oídas, de toda la vida: por prensa, TV, promocionando sus libros, recibiendo premios etc .Pero en mi caso concreto, lo que se dice “tener una experiencia personal” con él, no la tuve hasta hace unos doce años. Él llegó a mí, precisamente por uno de los medios menos recomendables hoy en día, la TV..Por una entrevista en vivo (que ya es difícil, cuando a variosde sus amigos ya los ha matado ETA) y en directo. Precisamente esta entrevista fue a raíz de que se le concediera a la Iniciativa Ciudadana ¡BASTA YA!, de la que él es portavoz, el premio Sajarov a la Concordia del Parlamento Europeo: por hacer frente “dialécticamente” a ETA; cosa de locos, según los seguidores de Descartes.
Grabé en cinta de video la referida entrevista, con la posterior idea de escucharla varias veces al año. Y así está siendo: el Viernes Santo, mientras espero que la parienta y el chico bajen del Calvario, es uno de mis momentos preferidos: con la casa completamente en silencio, escuchar la inteligente humildad de este hombre es un privilegio que no tiene precio.Qué no daría por haber sido alumno suyo, aunque hubiese sido a distancia, claro; con alguna clase por Internet.
En la mencionada entrevista, dice Savater cosas como que fue un niño mayormente lector (y lo demostró sobradamente cuando publicó el libro “La Infancia Recuperada”, donde da repaso a la mayoría de los ejemplares que él leía de niño y de joven. (¡Santo cielo! ¿quién nos librará de la invasión de Play Station, y de otros imperios aún más vulgares?). Que en el colegio se juntaba con los torpes como él, y que, en el recreo, algunos niños lo perseguían diciéndole “gorila gorila”; hecho que recordaría en su autobiografía “Mira por dónde”, con las siguientes palabras: “Quiero morir gorila, solitario en lo más alto, luchando y perdiendo pero sin dejar de amar desesperadamente: como King Kong” La torpeza física que declara de niño, no cesó en él de mayor, reconociendo que es un inútil para todo lo que se necesite alguna habilidad: “no sé beber en porrón, me pongo perdido; ni montar en bicicleta…….”. Pero que si por leer pagaran se hubiera buscado bien la vida, pero como no es así, por similitud se dedicó a escribir (tiene media centena de libros publicados), y como estudíó filosofía, pues ha sido profesor en la Universidad hasta hace como un año que se ha jubilado.Ya les digo, una entrevista en la que habla una de las personas más cultas y sabias de este pais, pero en la que no se sonroja al admitir sus limitaciones; y sobre todo a mostrar su lado (que le pilla “tol” cuerpo) humano, “demasiado humano”.
Esta entrevista supuso para mí, un punto de inflexión (mi vida está llena de esos inflexivos puntos): dicen que el cerebro es “redondo” para que las ideas puedan cambiar de dirección. Aún mejor lo ilustró el gran Groucho Marx cuando dijo: “Señores estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”. Otro de los preferidos de Savater es el, por él denominado, Voltaire del S.XX , y que no podía ser otro que Bertrand Russell; quien elevó a los altares profanos el acertado aforismo: “Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo, se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas“A partir de aquí (de la entrevista en TV) empiezan las coincidencias y las empatías con Savater Confluimos en el fervor por Borges, de quien dice que lo ha leído todo, yo no llego ni a un cuarto; a él lo lleva a escribir un ensayo sobre El Gigante de Buenos Aires, a mí me corresponde comprarlo y leerlo: “Borges o la ironía metafísica”. Como ahora baja mi chicuelo de su habitación para desayunar e irse al colegio, el hecho me hace recordar, además del anteriormente mencionado título “Infancia Recuperada”, su “Ética para Amador”, y pensar en que el profesor lo escribíó a petición de una amiga, profesora de Instituto, a la que le costaba acercar la filosofía a los adolescentes; para los cuales Savater tiene un don especial. “Incluso les hace reír impartiendo clase de filosofía, que ya tiene mérito”, decía la profesora. Pues como el adolescente que tenía más a mano Savater, era su hijo Amador, ya nos queda claro el origen del título del libro.
Observamos, cómo Savater tiene un libro para cada etapa de la vida; y una vida entregada a los libros…., a la lectura.Ya he mencionado sus dos libros relacionados con la gente más joven: “La Infancia Recuperada” y “Ética para Amador”. A los mayores no nos olvida, por lo que acerca a nuestras vidas a otros autores saludables, realizando ensayos sobre ellos: el ya mencionado “Borges o la ironía metafísica”. Sobre Cioran escribió su tesis doctoral, la cual no pudo leer en los primeros años de redactarla (en la agonía del franquismo), porque le acusaban de querer ridiculizar a la institución universitaria, Savater tradujo al español parte de su obra, entre otros libros, “Breviario de podredumbre” donde podemos encontrar, en el capítulo llamado Genealogía del fanatismo, las siguientes y antidogmáticas palabras: “En sí misma, toda idea es neutra o debería serlo; pero el hombre la anima, proyecta en ella sus llamas y sus demencias ; impura, transformada en creencia, se inserta en el tiempo, adopta figura de suceso: el paso de la lógica a la epilepsia se ha consumado…..Así nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas sangrientas.(…) Jamás el espíritu dubitativo, aquejado de hamletismo, fue pernicioso”.
Muchos años más tarde, ya en el 2007, desarrolla Savater la idea de Ciorán antes expuesta, en un extraordinario ensayo de 260 páginas titulado “La Vida Eterna”; léanlo y quizás después serán un poco menos “fanáticos”.Y posiblemente empiecen a pensar como Arrabal: “seamos como niños, vivamos sin ideología (….).Ante la inteligencia, yo saludo, pero ante la bondad, yo me arrodillo”.Que la inteligencia no prime sobre la bondad, o en todo caso, que siempre vaya acompañada de ella.
Acabo mi reflexión por el mundo “savateriano”, impregnando mis dedos de polvo y ácaros, al extraer del estante correspondiente, dos títulos que no se pueden ignorar:--“El jardín de las dudas”, que es un ensayo sobre Voltaire, camuflado de novela en forma epistolar, y en cuyo epílogo podemos leer que nos dice Savater:”La moda es antiilustrada y veo que todo lo que detesto vuelve a estar de moda. Contra tal tendencia he escrito este libro –como antes otros de los mios- a modo de reivindicación de un ideario que sigo considerando perentorio y de homenaje a quienes, con su coraje y lucidez, lo hicieron posible.”--“Mira por dónde (autobiografía razonada)”, cuya lectura, nos sirve de coronación apoteósica, para comprender la obra y vida, de este torpe para el porrón, pero sin par en valentía y en humanidad ilustrada.
No les hablaré, de momento, de las otras cuatro decenas de libros escritos por Savater, por la sencilla razón de que, ni los cubren mis ácaros, ni los he leído. Pero quizás el año que viene………

sábado, 20 de junio de 2009

COMENTARIO AL CAP.(2) 2º E IMAGEN DE EDICIÓN INGLESA DE DON QUIJOTE

Frontispicio de la edición inglesa del Quijote de 1687, que curiosamente incluye a Sancho Panza en el título.

CAP. (2) 2º

Comprobamos en este 2º cap. de la recién iniciada 2ª parte, cómo se van caldeando los ánimos y templando las razones, para una inminente 3ª Salida del “dúo dinámico”: caballero y escudero.

Pero a Sancho, más que saber de la delicada salud de su amo, lo que le interesa constatar es la integridad de su ínsula, “artefacto” que no es de comer, pues de glotón tratan ama y sobrina a Sancho; ellas le advierten que en la despensa no hay de ese “embutido”. Pero tales eran las voces que proferían las féminas al desilusionado, que también des-insulado (de momento) Sancho, que llegaron a los oídos de don Quijote y su séquito de bribones.

Se remonta a los inicios de la creación (aunque en este cap. se nos presenta con la ama y sobrina como impepinables muestras) la afición del género femenino a VOCIFERAR (ahora al pobre Sancho).Vemos como Eva (en el paraíso) “gritaba”, y ordenaba imperiosamente a su maromo Adán, para que comiera de la manzana del árbol del bien y del mal.(En mi caso: “Antonio, ¿otra vez estás “liao” con el demonio libro ese del Quijote?, bien podías fregar los platos mientras…”). C´est la vie del padre du familíe.
Merche y demás damas andantes de este revulsivo: perdonadme la vena misógina de hoy, es transitoria.

Le llaman las damas de marras a Sancho “saco de maldades y costal de malicias”, y esto se entiende porque el Sr. Cervantes estuvo de recaudador de impuestos en mi vecina localidad de Castro del Río; los cobraba en “especias”:cereales, por ser lugar de campiña. De ahí la unidad de envase, saco y costal (éste lleno de trigo podía pesar unos 100 kilos. ¡¡Ay mis huesos!!, de nuevo tuve esta semana tendinitis).
Si nuestro ilustre Manco, hubiese estado en Montilla (a sólo 30 Km de Castro) recaudando, hubiera usado como envases para calibrar la malicia de Sancho, toneles y barricas. Y podía haber dormido dionisiacamente (agustito) cual Diógenes, en un barril de su elección.

Hace don Quijote pasar a Sancho a sus aposentos, porque no se fía un pelo que se vaya a ir de la lengua y largue secretos de estado. Según don Quijote, ellos dos forman una sola unidad, la cual posee cualidades sinestésicas: de forma que si aporrean a Sancho, la cabeza que sufre es la de don Quijote.
Además esta fórmula sinestésica, implica también, que cada uno es, un poco, parte del otro: una suerte de Santísima Trinidad, donde el tercero (que no falta) somos, individualmente, cada uno de sus lectores.
Sancho da la noticia a su “momificado” amo, de que corren rumores sobre la circulación de un libro donde se cuenta las batallitas que a ambos han acontecido.
Pregunta don Quijote a Sancho que què dice el mundo sobre ellos, y de esta forma, el escudero, da repaso a algunos episodios sucedidos a ambos en aquel inesperado libro, que por lo visto fue escrito por un tal moro Sr. Hamete Benengeli (berenjenesco apellido, ya que los moros son muy dados a ingerir esta hortaliza. Con miel está de rechupete).
De esta forma, el amigo Cervantes, que domina ya genialmente la técnica novelesca, hace de la primera parte de su Quijote un elemento de la 2ª parte.

REVULSIVA NOTA:

(Continúa haciendo “musssha caló” en mi oficina sin acondicionador de aire. Los "probes" autónomos!!)

He elegido la imagen del libro, donde en la portada se menciona a Sancho, pues ya, amo y escudero son como los Reyes Católicos: tanto monta, monta tanto, don Alonso como Sancho.


viernes, 12 de junio de 2009

CAP. (2) 1º DON QUIJOTE NO SE RINDE A LA RAZÓN

Busto de Pancho, fotografiado por Òscar en la Diputaciòn de Ciudad Real en 2004
(si ya le pregunté que cómo que estaba don Quijote sólo)


CAP. (2) 1º D. QUIJOTE NO SE RINDE A LA RAZÓN (Caballero andante hasta la muerte).

Enjundioso, ilustrativo y muy nutritivo capítulo donde, después de 10 años de ausencia aunque sólo un mes de la vuelta a casa de don Quijote, se solidifican con descansadas y renovadas fuerzas, los principios fundamentales que rigen el pensamiento y el hacer de nuestro Sr. Caballero don Quijote.

Vuelve el Sr. Hamete Benengeli a coger las riendas de la narración, para que el tal Avellaneda no se ponga “los moños” y se apropie de los trofeos de ser ahora el padre de la recién nacida segunda parte.

Recomendaban el cura y el barbero, a la ama y a la sobrina, que alimentaran a don Quijote con viandas de mucha sustancia, como buenos pucheros de garbanzos y verduras con su hueso de jamón y bien poblado de generosos trozos de carne avícola. Pero cuando, pasado más de un mes, el “rapador” y el clérigo deciden visitar a don Quijote por escrutarle el cerebro, encuentran a éste: “sentado en la cama, vestida una almilla de bayeta verde, con un bonete toledano colorado, y estaba tan seco y amojamado, que no parecía sino hecho de carne momia”. Por lo que se ve, el ama y la sobrina, se habían dedicado a mal alimentar a su señor a base de cremas de calabacines y pendejos, y no con enjundiosos pucheros como el cura y el barbero les habían indicado. ¡Pobre caballero el que no come puchero! (si no pregúntenle al amigo Pedro Ojeda, cómo estaba el que comió en casa de Fernando Portillo).

Inician el cura y el barbero el escrutinio cerebral a don Quijote, comunicándole que los turcos andan revoltosos, y que quieren “apalancarse” en las costas de Nápoles y Sicilia. A lo que don Quijote contestó que, para evitar esos asentamientos, tenía él una formula magistral; pero que no se la revelaría ahora por evitar: “…amaneciese mañana en los oídos de los señores consejeros, y se llevase otro las gracias y el premio de mi trabajo”. ¡Cuánta razón tiene don Quijote!, ¿cómo pasar si no, a los anales de la Historia, como él pasó?: pues con sus formulas magistrales.
Una vez que el cura y el barbero, ya le hubieron prometido guardar silencio para con el secreto de estado del que don Quijote era único propietario, nuestro amojamado caballero les reveló la estrategia napoleónica a seguir: convocar por parte de las más altas instancias del Estado, a todos los caballeros andantes que por sus tierras pululan; y que, aunque no acudieran al reclamo más que media docena, con ellos bastaría para derrotar al turco.

Al escuchar la sobrina la estrategia que su tío explicaba al ensotanado y al rapador, exclamó: “¡que me maten si no quiere mi señor volver a ser caballero andante!. A lo que dijo don Quijote: CABALLERO ANDANTE HE DE MORIR. Y como digo en el título a este comentario: d. Quijote no se vence a la razón, ha de ser caballero andante hasta la muerte. Con toda la carga ética y de responsabilidad que ello supone; carga con su cruz y asume todas las consecuencias que conlleva tal compromiso. Crea la primera O.N.G. (U), o sea, Unipersonal, que en el mundo ha existido; cuyo decálogo de principios ya de sobra conocemos, por citar un par de ellos: “desfacer agravios y socorrer a menesterosos”;y es que para ello, ¿acaso hay que estar locos?.

Acaba don Quijote el cap. con un excelente y elegante discurso, sobre las virtudes y heroicidades de (creo que he contado hasta trece) un buen ramillete de caballeros andantes con los que, de ir a defender las colonias, El Turco “se queda pelando las barbas”


REVULSIVA NOTA:

Poco más que añadir, sólo deciros amigos, que la semana fue algo correteada y por eso no me extendí más en mi comentario.
Además he simultaneado los amaneceres, antes de salir de viaje, con un escrito que tengo ya casi a punto sobre Fernando Savater; personaje a quien tengo por bastante quijotesco. Si puedo, para primeros de semana, lo publico por este revulsivo lugar.
Gracias, Mercí beaucoup, “zenkius veri masch” (alinglé e que no le pego)

viernes, 5 de junio de 2009

PRÓLOGO Y DEDICATORIA DE LA 2ª PARTE DEL QUIJOTE



Foto realizada por Óscar Muñoz en la Diputación Provincial de Ciudad Real, en febrero de 2.004.
Autor: F. Coronado 1.936.


PRÓLOGO Y DEDICATORIA DE LA 2ª PARTE DEL QUIJOTE. (Donde los libros besan la mano del Conde de Lemos, y Cervantes los pies)

Se da “priesa” Cervantes en acabar de escribir y en publicar su segunda parte de don Quijote, pues ha un tiempo que rula por la calle otra segunda parte que, cual chinche cuartelera, no le deja dormir tranquilo. Finalmente, cinco meses antes de dormir el sueño eterno, nuestro héroe de Lepanto, saca a la luz la citada segunda parte, en la que podemos apreciar cómo ha trucado la condición del protagonista, y el que antaño fuera hidalgo, hogaño
es caballero. Este trueque es debido a que en el falso Quijote se califica al de la Triste Figura de hidalgo, por lo que (una vez vista la tierna y solidaria relación que don Quijote tiene con su caballo) el autor genuino, para diferenciarlo, opta por darle tratamiento de caballero.

Es curioso cómo, el autor del Quijote apócrifo, toma su seudónimo de los inicios de la primera parte del original.¿ No parece demasiado casual que se autodenomine Alonso como el propio de don Quijote, y lo acompañe para su segundo apellido de Avellaneda, como el rostro avellanado o mustio de nuestro titular?. ¿ No es cierto que, cuando escuchamos el nombre de Alonso Fernández de Avellaneda, se nos viene a la mente el binomio don Quijote-Alonso, y como principal característica de éste el ser “seco y avellanado”?.
Resultando pues, que desde la elección del seudónimo, ya se ve a las claras cómo el envidioso que publica en Tarragona, intenta parodiar y ridiculizar a Cervantes; a quien también tildará de canoso, manco y otras lindeces.
Supongo que será la venganza, planeada por haber sido humillado por don Miguel en la primera parte (y es que no se enteró de que si te guantean una mejilla hay que poner la otra, y no echar cuentas).

No nos tilda Cervantes ahora a sus lectores, en el prólogo a esta segunda parte, de “desocupados”, aunque bien sabe él que, para poder leer los setenta y tres pliegos que conforman esta segunda entrega, no podemos estar todo el día segando mieses en la campiña cordobesa. Y ahora que menciono mi terruño me pregunto, que por qué “carajo” sitúa don Cervantes en mi “patria chica” al tercer loco del libro: después de don Quijote y al que inflaba los perros con un cañuto en Sevilla; ¿es que no es suficientemente grande España, como para que tenga que ubicar aquí a los locos caninófobos?. Los buenos vinos en el norte, Duero y Rioja, como si a los de aquí “abajo” no nos gustaran.

Finalmente destacaré el “desbordado” cariño que le tiene Cervantes a su protector el Conde de Lemos (aunque de bien nacidos es ser agradecidos). Inicia la dedicatoria diciendo que, hace pocos días le ha remitido unas comedias y que en cuanto lleguen le besarán las manos; que don Quijote ya se calza las espuelas y que galopará raudo y veloz para seguir besuqueándole las manos; y que luego, en aproximadamente cuatro meses tendría concluido El Persiles (cuya dedicatoria escribió solo cuatro días antes de “pasmarla”), quien no dudaría tampoco en hociquearle las manos. Él mismo, le da palabra de besarle los pies (esperemos que se los lave antes, cual reproducción de la Última Cena). Le prometió también la segunda parte de La Galatea, pero los cielos no quisieron que le diera tiempo a concluirla.

Cervantes nos entrega la segunda parte del Quijote, con el protagonista finalmente muerto y sepultado; ya sin posibilidad de una tercera parte ( ignoro si algún otro Avellaneda intentaría resucitarlo; el profesor Ojeda nos despejará la duda). Aunque conociendo la condición semidivina de Nuestro Sr. Don Quijote, no sería de extrañar que resucitara, si no al tercero, tal vez al cuarto día (antes de que tuviera tufillo, claro).
De hecho, puedo asegurar que don Quijote vive y está entre nosotros (siempre habrá algún Santo Tomás que lo dude); aunque es difícil encontrarse con él: a veces ayuda a algún desvalido a cruzar la calle; soporta los gritos y las humillaciones del jefe sin gritar él. Podemos, incluso, encontrarlo al desembarcar de una patera; en fin, en variadas situaciones. Seguro que si somos buenos observadores sabremos reconocerlo entre la muchedumbre.
REVULSIVA NOTA:

Hoy se une a nuestra lectura-locura quijotesca, mi amigo, compañero de viajes, y coeditor de la revistilla “probe” Espolón: Óscar Muñoz Rojas.
Como no tiene conexión en casa, ni blog de momento, ha optado por incluir sus reflexiones en los comentarios de los Post de Pedro. Y le he ofrecido mi blog para publicar su escrito en una entrada independiente de la mía. Vamos a ver cómo queda.
Espero que se sienta a gusto y feliz entre nosotros, conociéndoos estoy seguro de que así será; hablo con conocimiento de causa.

Que tengáis un feliz (con experiencias quijotescas) fin de semana, amigos.

Posdata: Si giran la ruedecilla del ratón hacia atrás, encontrarán la foto y la reflexión de Óscar.

PRÓLOGO A LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE

Óscar fotografiado en el puerto del Calatraveño, (lugar de residencia de la vaquera de la Finajosa), junto a una obra de Aurelio Teno.

PRÓLOGO A LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE

Cervantes no pierde aquí los papeles, no se despeina. Despacha con sabias reflexiones al autor del Quijote apócrifo, este último, propenso a las descalificaciones personales, viendo ocasión de ofensa donde Cervantes sólo encuentra motivo de orgullo, (véase por ejemplo el asunto de su zocata).Una de sus sentencias: “La abundancia de las cosas, aunque sean buenas, hace que no se estimen...”, en cierta manera viene a decir lo mismo que el “lo bueno, si breve, dos veces bueno¨, que dijera su contemporáneo Baltasar Gracián. El prólogo se ve animado con un par de historias en las que los protagonistas son lo perros, animales a los que Antonio y yo bien conocemos por motivos laborales y por afición, que es mi caso. Al citar expresamente a podencos y alanos, ya nos indica la solera de estas dos razas autóctonas, que han sobrevivido hasta nuestros días.

martes, 2 de junio de 2009

URGENCIA DE DON QUIJOTE: POR ANTONIO MUÑOZ MOLINA. (sin foto, Ojito se niega a volver de la playa hasta que no pasen las canículas)

URGENCIA DEL QUIJOTE

Nunca hay que dar por leído al Quijote, nunca hay que darlo por supuesto. A muchas obras maestras reconocidas y santificadas les ocurre eso, que nos son tan familiares que nos creemos exculpados de la obligación de leerlas, y así resulta que algunos de los libros que más podrían hacer por nuestra felicidad y nuestra inteligencia apenas los frecuentamos, porque absurdamente los damos por sabidos. Pero no es algo que suceda sólo con la literatura. Creemos, por ejemplo, que Las Meninas es un cuadro tan obvio que ya no puede reservarnos ninguna sorpresa, así que el día que entramos en El Prado y nos quedamos mirando esa pintura su visión nos sobrecoge como si nunca hasta entonces la hubiéramos tenido delante de los ojos, y lo que nos parecía más sabido se revela enigmático, y toda la niebla de las reproducciones y de los recuerdos inexactos se borra en un instante gracias a la maravilla urgente y material de ese cuadro. ¿Cuánto hace que no leemos Crimen y Castigo, Fortunata y Jacinta, Hamlet, Campos de Castilla, La Iliada?
¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que yo leí completo El Quijote, de la primera página a la última, desde la ironía ligera y triste del prólogo al –desocupado lector- hasta esos últimos episodios en los que la agonía y la muerte de Alonso Quijano alcanzan una categoría suprema de arte funeral, una tonalidad severa y serena de Réquiem?.

Hay que volver al Quijote no sólo para encontrar lo que ya conocemos, sino para descubrir lo que hasta ahora nos pasó inadvertido en todas las lecturas anteriores, para ponernos al día en un libro que parece estar cambiando siempre, que va más rápido que nosotros en nuestro aprendizaje de la vida y la literatura.

Pedro Salinas, que leyó y amó tanto el Quijote, habla en alguna parte de “la novedad incesante de la tradición”. Ahora que la llamada vida cultural es una feria permanente de vanidades y de novedades, un supermercado en el que se nos acucia para estar al día, a la ultima, para no quedarnos anticuados sin remedio en quince minutos, el mejor antídoto contra la confusión de tanto fraude, de tantas cosas nuevas que al cabo de una temporada se han vuelto viejas o han dejado simplemente de existir, es procurar sustentarse con las novedades que vienen durando siglos, y no porque sean más rocosas y solemnes, más abrumadoramente catedralicias, sino porque a cada lector de cada generación de cada época le cuentan la misma historia y a la vez una historia distinta, se le presentan en la imaginación con una luz nueva que ya alumbró antes a otros muchos lectores, pero que siempre parece una luz recién originada, porque los grandes libros tienen la extraña virtud de parecer que fueron escritos para cada uno de nosotros, a la medida de cada una de nuestras edades, de cada estado de espíritu.

Antonio Muñoz Molina

Del prólogo a la edición de don Quijote de la Mancha, Espasa Calpe 1996

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.